(Aproximación matemática a Javier)
Yo, una vez conocí a un loco;
su risa era grande como él,
sus ojos
trapecios de melancolía
y sus pasos…
DESAPEGO
Estaba solo
en un mar de aceitunas,
batiendo la vida
de náufrago,
en cada color,
en cada mirada,
con su careta
de anónimo paseante.
Pero sus infladas pupilas
confesaban
su agitado equipaje,
la equis desmembrada
de su ecuación vital …
y se le hizo tarde
en el bosque urbano
Luego,
cuando la vida
separa a los hombres
en rectas diagonales,
encontré a Javier.
Era un crucifico
postrado
en un lecho de adoquines.
AMOK
No hay comentarios:
Publicar un comentario